Aunque la caída de las torres gemelas para muchos fue una acontecimiento histórico, todo los ojos de la vida terrestre se postraban ante la nueva corriente titulada internet, su rápido crecimiento, gustó hasta las lenguas más conservadoras de este planeta.
Tan sólo un click en el famoso mouse o más de moda “touchpad” para saber que fulanita tenía coche nuevo, o simplemente poder comprar o intercambiar las pantaletas, daban ese plus para estar en moda internauta.
Hasta el mismísimo nerd podía conseguir una nena con tan solo deslizar sus dedos por la pantalla de Iphone.
Todo terrestre estaba sumergido en las corrientes de internet y la portabilidad daba un nuevo sentido de vida.
Pareciera que el futuro había llegado, aquellos relatos que nos emocionaba leer de infantes comenzaban a tornarse.
¿Qué más podía seguir? Sí ya, hasta el mismísimo diablo podía navegar por el DF con solo poner su GPS, y hasta Dios podía recurrir a Facebook para saber cómo se portan sus fieles seguidores.
Todo era posible en la primera década del siglo XXI, pero aquellos inquilinos que creían vivir en la época de los supersónicos.
Pero no fue en el 2012, cuando todos pensaron que la Tierra iba a ser destruida por algún poder cósmico-religioso, daría fin a la especie. Entre el caos y el vale madres, renació como fénix, la esperanza de saber que aquellos seres de carne y hueso, podía recrear de manera fácil y económica sus nuevas formas de vida, y así dar extensión a la duración en este semi planeta verde. Es decir, un vil pedazo reciclado de los desechos de PVC fueron elementos para la micro pulsera (edición unisex), tan solo encuadrar tu manos para sentirte director de Titanic, te daba la opción de guardar tus momentos kodak en tu micro pulsera. Ir al supermercado (para aquellos que aún creían que era un ritual), les resultaba de manera más dinámica pues no tenían que luchar por buscar un verificador de precios, ni la tabla de nutricional para saber si estabas en forma. Vídeos, películas, páginas de internet proyectadas en la facilidad de tu mano.
Hologramas de tamaño y forma real dieron el plus del 2015, podrías conversar “personalmente” con tu amante, tío u abuela.
Sin duda alguna nuestro estimado google, nos dio el poder de tenerlos a la mano, con su lanzamiento telefónico, dejando afónico hasta el mismísimo iphone. Todo al alcance de nosotros, y con emoción y un poco de nostalgia para aquellos pioneros del mousse, elevábamos nuestras voces como comercial de superación personal, podíamos decir: adiós burocracia, adiós filas en blockbuster, adiós a todos….
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